sábado, 12 de febrero de 2011

Yaoundé - Oyen

Nos acercamos a la embajada de Gabón sobre las 10 de la mañana pero hasta las 12.30 no nos darán el visado, cogemos un taxi y nos dirigimos a la misión hemos de ponernos en marcha.
Aquí en Camerún la gente conduce fatal, no os podéis hacer idea, además los veo lentos de reflejos.
Pasamos la frontera sin problemas en el último puesto de la Camerunesa nos preguntan nuestra opinión sobre el país, las fronteras aquí son de esa manera, ves pasar a los locales sin entregar pasaporte ni bajarse del coche, de hecho en la de Gabón, tras cruzar un puente hay un puesto donde rellenas un papel, que has de entregar junto con el pasaporte tres o cuatro pueblos después en el puesto de policía que cierra a las 18 h, menos mal que la gente te avisa y te indica cuando pasas, sino estás pendiente es fácil entrar de ilegal sin quererlo.
No entrego el carnet de passage, primero pregunto el precio por importar temporalmente el vehículo, si no cuesta nada como es aquí el caso no presento el carnet, ya que si tengo que abandonarlo por avería o accidente no perdería sólo el coche sino también el importe del aval que te exige el RACE para la expedición del documento.
Durante el trayecto nos cruzamos con infinidad de camiones que van cargados de madera y otros que vienen de vacío.
En varios puestos de policía al ver que soy español me hablan en mi idioma, se nota la cercanía de Guinea Ecuatorial.
El paisaje es igual que el de Camerún, por suerte la gente conduce mejor es más precavida, la carretera tiene infinidad de curvas, no se ven accidentes.
Antes de buscar alojamiento paramos a cenar en un puesto callejero, pedimos pollo con patatas, el camarero balbucea palabras en español, hay varios jóvenes en el puesto que también sueltan sin sentido palabras en mi idioma, de hecho por la calle me llaman “blanco, blanco” imaginando no le voy a entender.
Encontramos hotel, tienen ciber pero están sin conexión, me doy cuenta que algo no va bien, la rueda delantera derecha pierde grasa, imagino será el retén, aprovechando que llevo la bomba de engrase intento recebar, mientras se acerca un joven me pregunta si hablo inglés y me dice tu coche me encanta, es precioso, le doy las gracias y le digo que de lo bonito no se come, mierda retén, está toda rueda llena de grasa, el coche no frenaba bien, hay grasa en el disco de freno.
Hasta aquí mucha gente me ha preguntado por el coche, que si lo vendo, que les gusta, etc., por desgracia aquí no se ven muchos Land Rover, por ello su éxito, pero si tengo una avería no encontraré repuestos…
Ducha y a dormir.   


1 comentario:

  1. Enhorabuena, no se que ponerte, solo que estamos aquí, y que creo que esta experiencia te cambiará la vida. Un abrazo.

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