jueves, 3 de febrero de 2011

Bobo Dioulasso - Mango


A las 6 en pie, nos dirigimos hacia Togo, el camino hasta Ouagadogou se hace bien, a partir de aquí el tráfico de camiones es caótico, el firme no está en buen estado y los camiones van haciendo zigzag para evitar los baches, vemos un montón de accidentes.
Cada frontera mejora la anterior, los policías se sorprenden cuando ven a un portugués y un español llegar hasta aquí en coche, pero lo que más les sorprende es el destino final, Antonio Angola y yo Sudáfrica, siempre me preguntan que si cambiaré de coche a mitad de trayecto, que si no se estropeará, toco madera.
Los paisajes son muy parecidos a Burkina, no hay grandes diferencias, sólo imágenes espectaculares. En la frontera una mujer me llama tubabu.
Se nos hace de noche y decidimos parar en un poblado, lo primero la cena, nos dan de cenar gallina hiperpicante y una masa de no sé qué, no me gusta,  hemos de comer con las manos, no hay cubiertos, una niña duerme a nuestro lado en el suelo, su madre que es la cocinera sostiene a otro niño en su regazo. Después de la cena damos un paseo andando por el poblado hay mucho movimiento en la calle, la gente nos mira no es frecuente ver un blanco por aquí.
Nos dicen que hay una especie de albergue, nos acompañan hasta allí, prefiero no contar los pormenores… cuanta suciedad acumulada en una habitación.
Ducha y a dormir.  
Lo lamento la conexión no me permite subir fotos, lo haré en breve.

2 comentarios:

  1. Una masa de no sé que? jajaja será de esas que las mujeres mastican y luego echan en el plato, habértela comido y no hubieras necesitado ninguna vacuna para ir a Africa.

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  2. Con dos cojones, Juanito. No dejes de escribir, que tienes a la peña enganchada. Qué mala es la envidia....Un abrazo. Eto é un porromessage

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