Hoy pretendemos llegar cerca del puesto fronterizo o incluso atravesar a Namibia.
Por la carretera se ven mujeres ataviadas con trajes típicos, incluso vemos un cocodrilo en la cuneta, no sé si víctima de un atropello.
Está lloviendo a cántaros, veo las señales que indican la presencia de un control policial, imagino que con la que cae no nos pararán, craso error un policía se acerca corriendo dándonos el alto, al poco se acerca el de inmigración, como no lleva paraguas le invito a subir al coche, me pide el pasaporte y examina con detenimiento la visa, le digo que parece que andan a la caza del turista que así no me extraña que haya tan pocos en Angola, me comenta que han de revisar los visados ya que estamos cerca de la frontera y en el caso de habernos excedido en tiempo tendríamos que retroceder hasta Lubango para pagar la sanción de 150 $ por día de exceso y solicitar una ampliación, mientras, otro compañero suyo con paraguas me solicita el passavant se lo entrego y se dirige al coche de Julio y Adela, la visa es correcta , le digo que saldremos hoy de su país, veo que Julio se baja del coche y se acerca al cobertizo donde están los policías, espero un rato no me apetece mojarme, pero como tarda voy a ver qué sucede, me dice que los passavant está mal rellenos que las matrículas no coinciden y hemos de regresar a Lubango a arreglarlo, les decimos que no regresamos no es culpa nuestra si están mal hechos, nuestra visa expira hoy y hemos de continuar, insisten en que retrocedamos que podemos ampliar la visa sin coste, pero primero hemos de ir a la aduana del aeropuerto para arreglar el permiso de importación del vehículo, no queremos retroceder así que llamo a la embajada, hablo con el canciller, Pedro, muy agradable, me dice que intentemos solucionarlo de buenas maneras, me bajo del coche con la cartera en la mano dispuesto a darles cariño, pero el jefe cree estar convencido de haber detenido a unos ladrones de coches y no nos quiere dejar marchar, los otros policías intentan convencerle, pero él coge papel y boli y se pone a dictarle una carta a un subordinado cogiendo como modelo un antiguo escrito que realizó cuando detuvo a un belga que iba en un coche robado, una vez terminó de dictar, dijo que fuésemos a Lubango, nos volvimos a negar, el cogió nuestros pasaportes, la documentación de los coches y su escrito y lo guardó bajo llave, la cosa se puso fea otro policía comentó que nos podían detener por desobediencia a la autoridad… lo mejor era hacer caso, el jefe desconfiaba así que nos dijo que nos acompañaría un policía.
Se monta un agente en el coche y nos dirigimos a Lubango, vuelvo a ver al cocodrilo en la cuneta, pero no estoy para fotos, vamos directamente al aeropuerto, al llegar le explicamos a la agente de aduanas nuestro problema, que al entrar en Angola desde Congo Kinshasa el policía rellenó mal el passavant, que en mi caso no figura el número de chasis, como propietario aparece sólo mi nombre y la matrícula no concuerda, nosotros pensamos que el número que puso en su lugar era una referencia interna. Ella fue a llamar al puesto fronterizo para ver a que hacía referencia ese número pero no pudo hablar porque estaban reunidos, mientras seguía intentando contactar nos dijo que fuésemos a inmigración a renovar la visa puesto que no saben cuánto tiempo puede demorar el proceso y encima hoy es viernes, y por si fuera poco nos dice que uno de los vehículos queda retenido, respondemos que en un coche no cabemos, como nuestro “escolta” nos acompaña nos deja marchar con los dos coches pero nos retiene su documentación.
Al llegar a inmigración el policía que nos acompaña explica que tenemos una causa abierta con policía fiscal que no sabe cuánto tiempo tardará en resolverse, por lo que necesitamos ampliación del visado, me llevan los demonios.. . explico con todo detalle cual es la causa abierta a la que se refiere y de la cual no tenemos culpa, nos dicen que la visa de tránsito no se puede ampliar que son 5 días y punto, entonces alzando el tono de voz pregunto que si no se amplia y hoy es el último día quien se hace responsable, nos están obligando a cometer una ilegalidad, ninguno me mira, llamo de nuevo a la embajada y le explico a Pedro nuestra nueva situación, me dice que le ponga al habla con alguno de ellos, entro y pregunto que quien hablará, los miro uno a uno todos evitan mirarme, le digo al canciller que nadie quiere hablar con él, la cosa se complica me dice, entonces y volviendo a subir el tono de voz digo, si nadie quiere hablar y nos tenéis retenidos ilegalmente cojo mi pasaporte y me voy, en ese momento nuestro “escolta” dijo mi jefe hablará con él cuando lleguemos al cuartel, dejé mi pasaporte en la mesa y así se lo hice saber al canciller, el me facilitó su número de móvil y el de emergencia consular. Nos rellenaron un papelito que no sirve para nada y por el que tuvimos que pagar 500 nairas, al principio no pensábamos abonarlas pero para no complicar aún más las cosas pagamos, insistimos de nuevo en la ampliación de la visa, y nos dirigieron a la jefa del negociado, una mujer uniformada de rostro serio y piel clara, el policía del control vuelve a explicar el problema a su manera, es decir sin dar señas, estoy harto de que se refiera a nosotros como si fuésemos delincuentes, así que vuelvo a detallar la realidad con nuestro passavant, que nosotros pretendíamos salir hoy del país y que por culpa del agente de aduanas de Luvo que los rellenó mal y del control policial aquí estamos, la policía coge nuestros pasaportes y se marchó imagino a hablar con su superior, al rato regresa con un posit en nuestros pasaportes, y le dice al policía del control que nosotros tenemos una visa de tránsito de cinco días que no se puede prorrogar de ninguna manera, que nos la otorgaron en el consulado de Matadi para poder atravesar el país, por lo que deben facilitar nuestra marcha y no entorpecer, que así se lo haga saber a su superior, en el postit había escrita una nota a mano en la que “concedía” un día más. Una señora que estaba presente y nos había oído nos aconsejó que solicitásemos audiencia con el comandante de la policía fiscal, que era una persona muy buena y justa, le dimos las gracias, pero pensé como para solicitar audiencias estoy, quiero dejar de perder el tiempo ya!!!.
Nos volvemos a montar en los coches y esta vez vamos al cuartel de la policía fiscal, al llegar me dice que estacione junto a un grupo de vehículos de matrícula extranjera que por el aspecto tengo la sensación son decomisos, esto me huele peor y por un momento estoy a punto de decirle que yo ahí no aparco mi coche, pero prefiero facilitar las cosas y hago caso.
Nos lleva ante el oficial del puesto, le explica nuestro caso, acto seguido se lo explicamos nosotros, él coge la documentación la observa con detenimiento se la muestra al que está sentado a su lado, y dice “y estos señores que culpa tienen del error” hombre!!! exclamé, alguien con sentido común, volvimos a detallarle la situación y le solicitamos modificase los passavant o nos hiciese otro, pero no puede hacerlo ya que no tiene competencias en el tema, entonces le sugerimos nos redactase un escrito para que en futuros controles o incluso en la aduana no tener más problemas, se quedó pensativo y llamó al comandante, al terminar la conversación dijo que debíamos esperar a que viniese, mientras Adela aprovechó para comprar pan y hacer unos bocadillos, que hambre tenía…
No nos dimos cuenta cuando llegó el comandante porque estábamos sentados en el despacho del oficial, vino a buscarnos y me dijo que pasase a su despacho, al entrar lo vi un tipo muy serio, excesivamente serio, me ofreció asiento y continuó diciendo que éramos culpables teníamos que haber verificado el documento y haberle enmendado al policía de la frontera, volví a decir que lo verificamos pero pensamos era un número interno que nos asignaban al entrar, que llevaba recorrido un montón de países y que en cada uno lo hacen de una manera en unos aceptan carnet de passage, otros no hacen ni passavant, en algunos en el passavant no especifican nada, es nuestra primera vez en Angola y yo que sé como lo hacen ellos, y como turista no soy quién para decirle a un policía como debe hacer su trabajo, que si lo hace mal yo no tengo culpa, confío en la gente y en su buen hacer y si pone un número en una casilla por algo será, le dije sonriendo que Angola me había encantado pero que desde hoy no quería saber nada de su país, tanto el comandante como el oficial se echaron a reír, comprendiendo nuestra situación, me dijo como soy bueno os voy a liberar, ¿estábamos detenidos? pensé, ya me daba igual. Pidió disculpas y me dijo que hacían su trabajo, que lo comprendiésemos, que por Angola pasaban muchos coches robados, iban a fotocopiar las documentaciones de nuestros coches para guardarlas en sus expedientes y podíamos proseguir, el oficial me acompañó a la puerta y nos pidió disculpas.
Cuando nos dirigíamos a los coches nuestro “escolta” nos pidió le acercásemos al control, que te lleve tu padre, pensé, al final le llevé, al montarse en el coche me dijo que la culpa era de su jefe que era muy cabezota, no quiero saber nada de tu jefe ni de ti, le dije y no volvimos a cruzar palabra en todo el trayecto. Volví a ver al cocodrilo, tampoco hice foto… Llamé al canciller para darle las gracias y decirle que por ahora estaba todo solucionado, y esperaba no tener que llamarle más.
Al pasar por el control, les dijimos que todo era ok, que nos habían hecho perder un día, así es África respondió uno de ellos creyéndose justificado, así es África por culpa de lerdos como vosotros, proseguimos viaje, volvía a llover.
No dejaba de pensar en el dichoso numerito que estaba puesto en el lugar de la matrícula y recordé que los datos de los vehículos los cogió de los carnet de passage, así que por la emisora le dije a Adela que mirase el carnet de passage que algún número coincidiría, así fue el número de serie del carnet de passage figuraba en el passavant como la matrícula. Espero no tener problemas en la frontera, ya veremos mañana…
Avanzamos todo lo que pudimos circulando ya de noche por lo que fueron carreteras, hoy son un desastre, tardamos en hacer 90 km. 5 horas!!!, llegamos a Xangongo., llovía torrencialmente y no encontrabamos el hotel, Julio vio a un policía y le preguntó por algún sitio donde pasar la noche, nos acompañó a un par de ellos pero ya era tarde y no abrieron sus puertas, así que le preguntó si podíamos dormir en comisaría, respondió afirmativamente y allí hicimos noche.
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